Quiero escribir, se lo que quiero decir porque me siento inspirado…
hoy es 14 de Enero, hace como un mes estaba predicando en la ciudad de Caracas un mensaje que llamé “Enfrentándonos al Tiempo del Fin” y trayendo una comparación acerca de Noe y su día y nosotros y este día, mientras predicaba me preguntaba en mi mente (no puedo explicar
como se hace) porqué tuvo que aparecer un Noe?, porqué estando el mundo como estaba envuelto en incredulidad, engaño y mentira tuvo que haber alguien que hallara gracia ante los ojos de Dios?…, entonces lo supe, Dios en su justicia había levantado un testigo que creyera lo imposible, alguien que aunque suene duro seria el que con su testimonio condenaría al mundo por no creer en el Todopoderoso Dios, alguien que pudiera ser mostrado como ejemplo de que Dios es fiel a su palabra y de que su palabra puede ser vivida...
Un testigo, alguien que de primera mano conoce el evento… porque dijo el profeta “…una persona debe tener una experiencia antes de que pueda testificar…”, “…un testigo debe saber acerca de lo que esta hablando, el no debe decir: alguien me dijo ciertas cosas de esto, el mismo debe ser el testigo…”
Hoy vivimos en medio de una generación bañada por la mundanalidad, una iglesia sumergida en lo superfluo y banal, en medio de todo esto pienso que Dios debe tener testigos, de su gracia, su poder, su obra, su palabra
, hombres y mujeres que puedan ser la reflexión de la vida de Cristo en los últimos días, para eso necesitamos dentro de nosotros al mas extraordinarios de los testigos…El Espíritu Santo, dijo el profeta “…necesitamos un día de lloro y lamentación y esperar hasta que Dios envíe al Espíritu Santo, ¡su Testigo!, no un armazón vacío, no una denominación vacía, pero
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