Siempre, desde que comencé este blog, he querido escribir un post sobre el ángel mensajero de Dios para este último día, no con la finalidad de engrandecer al hombre, sino mas bien, por hacerme eco, también yo, de esta gran verdad y de este gran evento acontecido en nuestros días, hoy lo he hecho ¡por fin!, empujado (confieso) un poco por la lectura que realicé de un articulo publicado por cierta gente de quien no presté atención los nombres ni de donde eran, pero que si hablaron muy mal del profeta de Dios.
Al Hermano William Marrion Branham, no le conocí personalmente en el tiempo que visitó esta tierra, pues nací el 18 de Enero del 73. A la edad de 14 años visité una pequeña iglesia en la ciudad de Barcelona/Venezuela y fue donde por primera vez escuché acerca de Dios y de sus planes y también de su profeta para este último día. Siendo apenas un muchacho no podía yo entender casi nada de lo que escuchaba, pero al poco tiempo algo caló en mi.
Bien, no usaré citas esta vez, pero diré algo claro y firmemente: Dios envió un profeta con un mensaje a esta generación. Me basta leer y captar fácilmente la gran unción, inspiración y Revelación declarada en cada uno de estas predicaciones hechas libros para nosotros. Me sorprende, admira y me ayuda profundamente poder ver en mensaje tras mensaje tantas frases y párrafos inéditos en libros de las bibliotecas del mundo, leo textos de iglesias y sabios, de intelectuales y eruditos, casi sin obtener sino un poco de casi nada de ayuda. Pero quien pueda tener el privilegio de oír y/o leer a este profeta, sabrá inmediatamente que Dios estaba hablando por su boca, no son de hombre estas frases, estas enseñanzas, son de Dios para su pueblo, a través de la forma establecida en su palabra.
El mensaje traído por nuestro precioso hermano Branham, me ha hecho no desear ser igual, sino preparar mi vida para recibir a Jesucristo de acuerdo a la promesa de este día. Los hechos acontecidos a través del ministerio sobrenatural del hermano, me han dado a conocer que nuestro Dios esta muy cerca de todos sus hijos y que un día de estos, ya no muy lejano nuestro amoroso Salvador nos recogerá, como El lo ha prometido. Gracias al Señor por habernos aclarado todos los misterios que nos era necesario conocer, gracias al Señor por haber levantado un profeta de acuerdo a las escrituras en este día final…!
